“Las personas y las instituciones quedan. Y la institución de Carabineros cuenta con todo mi apoyo. Y el general [Ricardo] Yáñez, mientras esté de general director de Carabineros, cuenta con todo mi apoyo”, dijo el pasado jueves el presidente chileno, Gabriel Boric. Es una frase que refleja cómo bajó la tensión que existía hasta hace una semana, cuando el líder de la policía uniformada chilena estaba a punto de dejar su puesto. Su salida, anticipada, se concretaría después del 27 de abril, el día de la conmemoración del aniversario 97º de la institución, y había un plazo último: el 7 de mayo sería formalizado por la Fiscalía por el delito omisivo de apremios ilegítimos y homicidio durante el estallido social de octubre de 2019. Ese año, Yáñez ocupaba el cargo de director de Orden y Seguridad.